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Channel: Sierra Morena Oriental

Día de lagunas con flamenco enano de premio

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Las lagunas y humedales que se concentran en la imaginaria frontera provincial entre Córdoba, Sevilla y Málaga tienen mucho interés ornitológico y, aunque unos de esos humedales sean más provechosos e interesantes que otros, un buen amigo y yo nos montamos un plan de sábado uniéndolos en un completo recorrido.

Nuestra primera parada no tenía mucha chicha con las aves muy lejos, pero se dejaron ver muy bien los lúganos, que esta temporada han venido con una abundante invernada como se está comprobando al verlos y oírlos en prácticamente cualquier sitio.

En las siguientes paradas me gustó especialmente poder fotografiar por primera vez la mariposa alcaparrera y tuvimos la que para mí es la cita más tardía de vencejo real (4 de noviembre).



Lúgano (Spinus spinus)

Ranúnculos

Narcissus deficiens


Milano real (Milvus milvus)

Scilla autumnalis

Cuchara (Spatula clypeata)


Porrón común (Aythya ferina)

Elanio azul (Elanus caeruleus)

Alcaparrera (Colotis evagore)

Vencejo real (Tachymarptis melba)

Cormorán grande (Phalacrocorax carbo)



Para el final de nuestra nublada jornada dejamos la mejor zona en Fuente de Piedra, en la que vimos especies amenazadas como malvasías y cercetas pardillas y la tuvimos la gran suerte de encontrar un flamenco enano entre sus primos comunes.
El flamenco enano es una especie africana que ya se ha reproducido varias veces en esta laguna, pero normalmente se ve desde muy lejos o directamente ni se le ve, por lo que nos pudimos dar por afortunados. Y no olvidemos que este año ya vi otro en la laguna de Navaseca (Ciudad Real).




Malvasía (Oxyura leucocephala)

Gavilán (Accipiter nisus)

Conejo (Oryctolagus cuniculus)

Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris)

Flamencos comunes (Phoenicopterus roseus)

Flamenco enano (Phonicoaias minor)


Esta salida de humedales tuvo al día siguiente su contraparte serrana que próximamente será reseñada.






Torcal de Antequera

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Las sierras malagueñas fueron un excelente complemento al día previo de humedales que tuvimos mi buen amigo Javi y yo, redondeando así el fin de semana con una excursión por el Torcal de Antequera.

Primero fuimos por la parte menos turística, de hecho apenas nos cruzamos con senderistas en todo el rato, en busca de unos mirlos capiblancos que no aparecieron. Pero no nos quedamos sin aves invernantes porque, al menos, sí que había lúganos (como en casi todas partes durante este otoño-invierno).




Collalba negra (Oenanthe leucura)


Clavel silvestre




Más tarde sí que fuimos a la zona más visitada y conocida, llenísima de turistas folloneros como era de esperar siendo domingo.
Esta circunstancia no evitó que disfrutáramos de tan espectacular entorno kárstico con algo de bicheo incluido.



Peña de los Enamorados

Cabra montés (Capra pyrenaica)


Escribano montesino (Emberiza cia)


Águila real (Aquila chrysaetos)


Coccinélido


Cabra montés (Capra pyrenaica)



Tenía muchísimas ganas de ver los fósiles de Ammonites que han resistido al expolio, aquellos que se preservaron en negativo a modo de molde.
Gracias a las indicaciones de una chica del centro de visitantes no nos costó dar con varios de ellos mientras gozábamos de estupendas panorámicas bajo el vuelo del águila real.









Terminamos la tarde con un intento de pajarear en espacios abiertos que quedó un poco pobre, la verdad, aunque de todos modos echamos un día fantástico que me encantó.


Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)


Cuando el lince se quiere dejar ver

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Cuando se acerca el celo del lince ibérico es muy habitual que quienes deseen observaciones de nuestro exclusivo félido salgan en su busca. Pueden hacerlo en Doñana, pero lo más frecuente es que gente de todo el país y hasta del extranjero (repetimos que es una especie exclusiva de la Península Ibérica) acudan en diciembre-enero a la Sierra de Andújar a intentar tener suerte.

El lince, como muchos tantos animales, se deja ver si a él le da la gana, y no es nada raro hacer intentos que se salden con avistamientos lejanos y/o fugaces, por no hablar de gran posibilidad de pasar la jornada sin verlo siquiera. Pero otras veces ocurre todo lo contrario, como cuando acompañé a mi amigo Jesús a un trabajo de campo por puro gusto de salir al monte y nos encontramos un lince de pura chiripa.
Mientras Jesús intentaba llevar a cabo aquello por lo que fuimos, yo me dediqué sobre todo a disfrutar del soleado día otoñal viendo aves rapaces de lo más atractivas, pájaros invernantes y los abundantes zorzales charlos.



Buitre negro (Aegypius monachus)

Zorzal charlo (Turdus viscivorus)

Milano real (Milvus milvus)

Mosquitero común (Phylloscopus collybita)

Águila imperial (Aquila adalberti)

Lúganos (Spinus spinus)


Pese al tiempo totalmente despejado no hacía calor exactamente, aunque muchos invertebrados salía al sol y un rodal con flores atraía a numerosos insectos. Lo más llamativo para nosotros sin duda fue encontrar una culebra de herradura, especie muy amante de las temperaturas cálidas.



Escorpión (Buthus occitanus)

Culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis)

Sírfido

Piérido

Sírfido

Manto bicolor (Lycaena phlaeas)

Sírfido


Al movernos del lugar donde pasamos la mañana y el mediodía fue cuando Jesús, fijándose en un bisbita sospechoso, se dio cuenta de que un lince estaba cruzando un arroyo muy cerca de nosotros.
Lo pudimos ver a cortísima distancia, aunque dándonos el culo todo el rato hasta que, ya más alejado, se giró a mirarnos tras bajar brincando por las rocas de la orilla.



Lince ibérico (Lynx pardinus)

Ciervo (Cervus elaphus)

Lince ibérico (Lynx pardinus)


Así que, como dice el título de la entrada, esto es lo que pasa cuando el lince se quiere dejar ver.





Resumen del 2023

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Con un poco de atraso procedo a mi repaso anual de las salidas de campo con su amplio abanico de especies. Hay de todo como siempre, incluyendo especies que esperaba ver junto a bastantes sorpresas y hasta alguna que otra rareza.

En esta ocasión quiero empezar por Sierra Morena, los orígenes son algo que no debe olvidarse y la gran cordillera en su sector oriental ha dado muchísimos buenos momentos con especies tan espectaculares como el águila perdicera o el lince ibérico. La invernada de pajarillos, muy abundante en lúganos este año, me ha brindado poder fotografiar al fin un camachuelo en condiciones.
Muchas de estas salidas las he compartido con grandes amigos que me han apoyado cuando más lo necesitaba.



Águila perdicera, sapo partero ibérico, camachuelo, lúgano, lince ibérico, águila real, martín pescador, buitre negro, Nemoptera bipennis



Hay dos parques naturales que siempre están muy señalados en mi corazón de manera permanente.
Uno es el de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, con su fabuloso abanico de endemismos y el mágico vuelo del quebrantahuesos.
Junto a un muy buen amigo pude cumplir mi ilusión de ver por fin un macho de sapo partero cargando con la puesta de huevos. Hay que señalar también que he visto por primera vez moscas escorpión dándose la curiosa circunstancia de haber pasado de no verlas nunca a ver muchos ejemplares.



Acentor alpino, Viola cazorlensis, sapo partero bético, mosca escorpión, quebrantahuesos, lagartija de Valverde, Orchis purpurea, Libelloides baeticus, alimoche



Mi otro parque natural preferido es la Sierra de Grazalema, muy parecida a la anterior sierra al ser también un bloque calizo de los Sistemas Béticos, pero con algunas diferencias como es natural.
La invernada de mirlos capiblancos y el celo otoñal de las salamandras fueron eventos destacados, pero sin duda la primavera llegó a ser grandiosa pese a lo raro que fue el año en cuanto a lluvias.
Aunque no aparezca en las fotos, tuve hasta una observación inusual cuando entre los buitres leonados apareció un día un híbrido de águila moteada y pomerana.



Spiranthes spiralis, mirlo capiblanco, sapillo moteado, roquero rojo, salamandra, Ophrys atlantica, víbora hocicuda, avispa cuco, galápago europeo



Bajando de las alturas de la anterior sierra continúa el bicheo por zonas de roca arenisca que se extienden hasta las campiñas, dándose combinaciones fabulosas de aves acuáticas con grandes rapaces y especies tan atractivas como el vencejo cafre.



Garza imperial, Argiope trifasciata, pagaza piquirroja, águila calzada, macaones, águila imperial, araña negra de los alcornocales, vencejo cafre, cardenillo



La provincia de Sevilla ha sido como siempre un referente mío con su porción de Doñana y el paraje del Brazo del Este. Ambos lugares muy maltratados y cada vez en peor estado, pero aún reservando sorpresas como el esquivo avetoro, la oportunidad de conseguir fotografiar mariposas tigre y dos observaciones de ratonero moro.



Cigüeña negra, avetoro, ratonero moro, espátula, mariposa tigre, flamencos, morito, cernícalo primilla, calamones



Siguiendo con la temática de humedales, la costa atlántica tuvo protagonismo en dos vertientes.
Primero en Cádiz contando con la recurrente presencia de gaviotas enanas, la invernada de reyezuelos sencillos y el siempre celebrado hallazgo de un camaleón.
Un día pude observar un mosquitero de Hume, rareza que siento no poder mostrar por lo infame y horrendo del documento gráfico que conseguí.



Aguja colipinta, reyezuelo sencillo, águila pescadora, gaviota enana, camaleón, charrancito, zorzal común, avoceta, malvasía


Continuando con la costa atlántica, pero ya en la provincia de Huelva, apareció otra rareza que fue muy sonada a nivel nacional e incluso para visitantes de otros países de Europa, pues tuvimos allí un mérgulo antiguo que se despistó muchísimo desde su área de distribución en las costas norteñas del Pacífico.
Fue también destacado el elevado número de alcas y gaviotas enanas en enero, viéndose hasta alcatraces y paíños boreales desde la playa.



Charrán patinegro, archibebe claro, garceta grande, zarapito real, mérgulo antiguo, boca, chorlito gris, collalba gris, alca



En septiembre no he faltado a la cita con el Estrecho de Gibraltar viendo la migración de las aves, flora interesante, los ibis eremitas del proyecto de reintroducción y esa grandísima joya que es la araña Phlegra blaugrana.
En una carroña que atraía multitud de buitres leonados pude ver junto a un buen amigo un buitre dorsiblanco africano, especie sumamente rara que, nuevamente, no he incluido en el collage por la espantosa ausencia de calidad de las fotos.



Ibis eremita, Drosophyllum lusitanicum, abejero, Phlegra blaugrana, combatiente, culebrera, mariposa monarca, abejaruco


Hablando de buenos amigos, otro de ellos me ha invitado más que nunca a sus dominios y hemos disfrutado enormemente del vértice interprovincial entre Sevilla, Córdoba y Málaga.
A las rutas senderistas con intenciones bicheras hemos añadido salidas de puro pajareo en Fuente de Piedra (llegando a ver un flamenco enano) y he vivido en directo muchas actuaciones medioambientales con censos de cernícalo primilla y carraca, un bioblitz, creación de oasis de mariposas con hoteles de insectos y charca para anfibios, trabajos para el programa de Secanos Vivos, apicultura y mucho más.



Cerceta pardilla, grullas, alzacola, arlequín, Ammonites, culebrilla ciega, Orchis conica, lechuza común, Peucetia viridis



Salimos de Andalucía con los pocos viajes que he hecho fuera en busca de otros ambientes y especies.
Uno de ellos no era muy diferente yendo junto a un amigo por Murcia y Comunidad Valenciana en busca de tortugas moras y las aves de sus humedales.
Realmente las zonas húmedas no son muy distintas que digamos de las andaluzas, pero nunca había visto esas brutales colonias de cría en las que charranes comunes y patinegros crían junto a distintas especies de gaviotas como la picofina, la de Audouin y la cabecinegra. Precisamente entre los charranes vimos una rareza al aparecer un charrán elegante (otra vez sin foto aquí por lo mal que me salió), pero sí que he colgado la polluela bastarda que vimos en Alicante, pues el viaje se saldó bien con ese tipo de aves al ver también tres polluelas pintojas en Valencia.

Fue un gustazo conocer sitios como las Salinas de San Pedro del Pinatar, El Hondo, el Clot de Galvany, el Marjal del Moro, la Albufera de Valencia o el Marjal de Almenara. A todo esto añado una paradita en la casa de campo de una buena amiga en la que pude ver por primera vez un ejemplar adulto de Rivetina baetica y sus famosas orugas del madroño.



Tortuga mora, charrán común, polluela pintoja, polluela bastarda, focha moruna, canastera, Rivetina baetica, gaviota de Audouin, oruga de mariposa del madroño



Los humedales manchegos combinados con sus zonas esteparias suministran salidas tan espectaculares como la que tuve viendo un flamenco enano (especie africana) entre el repertorio de aves acuáticas y, después, avutardas y sisones junto a las dos especies de gangas (ibérica y ortega).
Las observaciones de flamencos enanos en España suelen ser lejanas y malas, por lo que me puedo dar por satisfecho sobradamente con lo muchísimo que lo disfruté desde la comodidad de un observatorio.



Ánsar común, sisones, ortegas, tarro blanco, flamenco enano, cuchara, bisbita alpino, avutardas, lavandera boyera


En verano fui a las Islas Canarias, concretamente a Tenerife y Gran Canaria, junto al mismo amigo del viaje al Levante en busca de sus endemismos insulares sin saber que seríamos azotados a partes iguales por la ola de calor y la extrema sordidez de uno de nuestros alojamientos.
Ya había visto el año anterior especies como el vencejo unicolor, el canario y el bisbita caminero en Fuerteventura, pero el resto de lo que aquí veis sí que fue novedad. Las dos especies de pinzones azules y los grandes lagartos (sobre todo la bestia parda que vive en Gran Canaria) me encantaron, así como el hábitat de la laurisilva en la que viven las dos palomas endémicas.
Lamentablemente no fue posible obtener fotos de la paloma turqué, del mismo modo que vi una pardela chica a una distancia tan criminal que la identificación se basó en su pequeño tamaño.



Pinzón azul del Teide, vencejo unicolor, lagarto gigante de Gran Canaria, canario, paloma rabiche, pinzón azul de Gran Canaria, lagarto tizón, mosquitero canario, bisbita caminero



El otro viaje diferente a todo lo que suelo hacer tuvo con sensacional escenario los Pirineos. Debería hablar en plural porque, después de un primer viaje de pocos días que supuso mi primer contacto con el Pirineo aragonés, hice otro de dos semanas junto a una gran amiga que también ha estado en muchas de mis incursiones Béticas.
Esta amiga, pese a que ya la conocía desde hace bastantes años, ha sido toda una revelación el pasado año y lo pasamos en grande con toda la novedosa flora pirenaica y anfibios exclusivos junto a marmotas, quebrantahuesos, ranas bermejas, verderones serranos, una culebra lisa europea, alimoches, tritones palmeados, un corzo, chovas piquigualdas, una culebra de collar, picamaderos negros, mariposas, un roquero rojo, etc...
A la mítica flor de las nieves se unió un repertorio de orquídeas impresionante. Solamente he puesto tres especies que me gustaron particularmente por limitaciones de espacio, pero el número de especies nuevas fue muy elevado al haberme ceñido yo siempre tanto a las orquídeas sureñas.



Cipripedium calceolus, tritón alpino, Edelweiss, marmota, Lilium martagon, rana pirenaica, orquídea fantasma, apolo, Ophrys insectifera



Cambio radicalmente de entorno mostrando un poco de lo que me gusta ver en las salidas cortas cerca de mi pueblo, sitios que llevo visitando durante muchos años y que no dejan de sorprenderme.



Solífugo, tórtola común, mariposa del madroño, aguilucho cenizo, cabra montés, araña cangrejo, Phyllomorpha laciniata, búho chico, chupaleche



El collage final incluye algo que no mostré en años anteriores. La fauna urbana puede llegar a ser muy interesante cuando los pueblos y hasta las grandes ciudades cuentan con tramos fluviales que respeten su biodiversidad.
 No hay más que ver ciertas especies aquí plasmadas para darse cuenta.

Os quiero dar las gracias de corazón a quienes habéis estado conmigo en estas salidas, sabéis que esto es lo que me da la vida.



Mantis enana, avetorillo, halcón peregrino, nutria, Heliphanus cupreus, garza real, martinete, vencejo real, mirlo acuático


Los regalos del otoño

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Llega un momento en el que el otoño se torna oscuro y frío, con días muy poco productivos al acortarse notablemente las horas de luz. Además, este otoño pasado anticipó lo frío que llegaría el invierno con unas temperaturas más bien propias de esta segunda estación.

Pese a ello el campo brinda estupendos regalos otoñales, como en el caso de las salidas por Sierra Morena junto a José Carlos y Esperanza en busca de los camachuelos invernantes mientras que los petirrojos no paran de entonar sus reclamos y cantos otoñales por todos los rincones. He visto por primera vez la oruga de una mariposa nocturna que escoge los madroños al igual que la diurna Charaxes jasius, llamándome la atención que parece como una especie de lapa pegajosa más que una oruga.



Camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula), hembra

Hoyosia codeti

Petirrojo (Erithacus rubecula)


La cercanía de un buen punto de agua hace que las aves renuncien a tu actitud arisca y desconfiada y se dejen ver cuando bajan en busca de un buen trago o un baño. Ver lúganos era de esperar con la invernada tan abundante que tenemos esta temporada y, con paciencia, se fueron dejando ver machos de camachuelos con su espectacular coloración y especies tan huidizas como los zorzales o los picogordos.
Los rabilargos, normalmente muy descarados en áreas recreativas, en plena sierra no lo son tanto y cuesta un poco más que se confíen a la hora de llegar con sus escandalosos baños.



Camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula), macho

Picogordo (Coccothraustes coccothraustes)

Zorzal alirrojo (Turdus iliacus)

Zorzal charlo (Turdus viscivorus)

Lúgano (Spinus spinus)

Rabilargos (Cyanopica cooki)


No hay problema si un día el tiempo lluvioso no deja salir durante el día, es una buena oportunidad para las salidas nocturnas en busca de anfibios tal y como hicimos en compañía de Jesús y Lucía. Ver varios ejemplares de salamandra siempre es un triunfo, además del sapo partero ibérico por ser una especie que hacía tiempo que no veía.



Sapo corredor (Epidalea calamita)

Salamandra (Salamandra salamandra morenica)

Sapo partero ibérico (Alytes cisternasii)

Salamandra (Salamandra salamandra morenica)

Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus)


En los días fríos de estas estaciones se puede tener suerte con la nutria, tal y como me sucedió mientras observaba otras aves igualmente propias de los hábitats fluviales.
Pero esto no es todo, próximamente saldrán más repertorios de acuáticas y de Sierra Morena en la misma onda.



Garza real (Ardea cinerea)

Nutria (Lutra lutra)

Martín pescador (Alcedo atthis)


No menos importante es, con las estas bajas temperaturas, recuperar fuerzas con un cocido bien lleno de sustancia.




Una de acuáticas

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Nuestro país cuenta con humedales en extremo valiosos que suponen refugio para nuestras propias aves y las que vienen del resto de Europa a pasar la invernada, pero son hábitats constantemente maltratados y hasta destruidos.
La gran laguna de Fuente de Piedra, importantísima para la reproducción de los flamencos, luce penosa por la sequía de los últimos años, aunque sigue acogiendo a estas aves junto con las grullas invernantes dando lugar a unas estampas que siempre quise ver con ambas especies saliendo al mismo tiempo en las fotos.



Grullas y flamencos juntos

Grullas (Grus grus)

Preciosa estampa

También con un tarro blanco

En vuelo

Al fondo los peligrosos molinos eólicos


Aquel frío día de noviembre que pasé junto a José Carlos y Esperanza también tuvo el protagonismo de un grupito de cercetas pardillas que se dejaron ver de cerca en una de las charcas anexas al centro de visitantes. La reintroducción de esta amenazada anátida sigue en camino con su programa LIFE de recuperación, pues la cerceta pardilla o el porrón pardo son de las muchas aves que se han visto muy amenazadas con la degradación de los humedales y los persistentes daños colaterales de la caza.



Cercetas pardillas (Marmaronetta angustirostris)

Alcaraván (Burhinus oedicnemus)

Cerceta común (Anas crecca)

Malvasía (Oxyura leucocephala)

Flamencos (Phoenicopterus roseus)

Mosquitero (Phylloscopus collybita)

Flamenco (Phoenicopterus roseus)


Porrón pardo (Aythya nyroca) y cuchara (Spatula clypeata)


Incluso los tramos urbanos de ríos como el Guadalquivir marcan la diferencia cuando se conserva el hábitat y en un tranquilo paseo se pueden con comodiad ver distintas especies de ardeidas junto a martines pescadores entre otras especies.
La naturaleza es agradecida con la única condición del respeto.



Garceta común (Egretta garzetta) con su captura

Garza real (Ardea cinerea)

Avetorillo (Ixobrychus minutus)

Martinete (Nycticorax nycticorax)

Martín pescador (Alcedo atthis)

Martinete (Nycticorax nycticorax)

Foto moderna por casualidad


Vamos camino de perder los grandes humedales más importantes de la Península Ibérica, ya sabemos todos cuáles, ante la indiferencia de la sociedad que no comprende lo sumamente importantes que son la biodiversidad y la salud de nuestro entorno.





Salidas de diciembre

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El pasado mes de diciembre comenzó con buenas dosis de la Sierra Morena más salvaje alternada con su versión más accesible y cercana a la civilización.
En una conocida colonia de buitres leonados, en la que hicimos una parada por pura casualidad al decidir yo que no estaría mal echar un ojo, nos salió bien la jugada con la aparición de una hembra adulta de águila perdicera que se remontaba llevando el buche bien lleno.



Águila perdicera (Aquila fasciata)

Con el cielo de fondo

Ante su hábitat de cortados rocosos


Ver grullas y grandes rapaces en la misma salida es algo que me encanta, cosa que pudimos hacer viendo las primeras en sus dehesas de invernada y las segundas sobrevolando los bosques de roble melojo aún con su colorido otoñal.



Grullas (Grus grus)

Petirrojo (Erithacus rubecula)

Hoja de roble melojo

Buitre negro (Aegypius monachus)




Trepador azul (Sitta europaea)




Otros momentos los dedicamos a lo que podemos llamar pequeños detalles, en este caso fauna de mucho menor tamaño y hongos como el Phallus impudicus que, curiosamente pese a su fama (por motivos obvios), no había visto hasta ahora.



Araña sin identificar

Falsa viuda negra (Steatoda paykulliana)

Escorpión (Buthus occitanus)

Setas sin identificar

Roquero solitario (Monticola solitarius)

Phallus impudicus



Durante aquellas salidas el frío fue considerado, algo que merece la pena por ver todo aquello y disfrutar luego de buenas cenas con postres caseros como este poderoso arroz con leche (nada de chistes relacionados con el hongo anterior).





Un poco de todo por la Sierra de Andújar

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El año pasado tuve unos reencuentros muy interesantes con mi Sierra Morena de origen, que tan decisiva fue en los orígenes de este blog hasta el punto de acabar dándole nombre.
La Sierra de Andújar durante mucho tiempo la fui dejando bastante de lado porque me enerva esa patología de las alambradas por todos sitios, pero afortunadamente he logrado reconciliarme y volví a disfrutar de lo mucho que tiene que ofrecer.

En diciembre estuve con mis muy apreciados Jesús y Lucía un día y medio, tiempo que compartimos junto a Miguel Pascual teniendo la oportunidad de conocerlo personalmente y aprender de él.
Tuvimos disponible, para empezar, la ilustre representación de aves rapaces de la sierra, como no podía ser de otra manera.



Águila real (Aquila chrysaetos)

Milano real (Milvus milvus)

Buitre leonado (Gyps fulvus)

Águila imperial (Aquila adalberti)

Buitre negro (Aegypius monachus)


Las orillas del Jándula  trajeron premio con un martín pescador descaradísimo (lo normal es verlos salir pitando) y un par de camachuelos que localicé al oír sus reclamos tristones al mismo.



Martín pescador (Alcedo atthis)


Camachuelo (Pyrrhula pyrrhula)


La variedad iba a ser claramente la nota dominante porque también fuimos a ver murciélagos, animales muy poco tenidos en cuenta pese a que los quirópteros son los segundos mamíferos más abundantes en especies por detrás de los roedores.


Murciélago ribereño (Myotis daubentonii)


Murciélago rabudo (Tadarida teniotis)


Esta variedad aumentaría al salir en busca de anfibios por la noche, no sin pararnos a ver el curioso aspecto psicotrópico de estos hongos de color cobalto.



Terana caerulea


Ya entrando en faena con los anfibios, tras ver un tritón ibérico en un arroyo con el canto de los sapos parteros ibéricos, encontramos más de su especie junto a tritones pigmeos y gallipatos en una alberca abandonada llena de escombros y basura. 
Pasa un poco como cuando ves fochas morunas, malvasías y cercetas pardillas nadando junto a inmundicias en ciertas lagunas de Cádiz, porque era igualmente grotesco ver una ingente cantidad de urodelos entre restos de ladrillos, persianas, botellas y hasta una nevera.



Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus), fase terrestre

Gallipato (Pleurodeles waltl)

Tritón ibérico (Lissotriton boscai)

Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus), macho en fase acuática


Y hasta aquí llegó el surtido que tuvo un poco de todo (menos linces, claro). Seguiremos viendo qué se cuece por Sierra Morena en próximas entregas.






El siempre fascinante vuelo del quebrantahuesos

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El quebrantahuesos fue borrado sistemáticamente de nuestras sierras de las maneras más injustas. En primer lugar se exterminó a un animal inocente bajo la etiqueta de alimaña pese a ser un inofensivo carroñero que se especializó en consumir huesos, siendo perseguido deliberadamente al mismo tiempo que caía víctima de los cebos envenenados puestos para zorros y otros carnívoros.
Pero, por si no fuera suficiente, también los naturalistas de épocas pasadas hicieron estragos con sus reprochables métodos de escopeta, pájaros disecados y coleccionismo de huevos. Así fue como se fueron esquilmando poco a poco, conjuntamente, las poblaciones de Sierra Nevada o Serranía de Ronda en Andalucía hasta quedar los quebrantahuesos del rincón de las Prebéticas sobreviviendo con discreción.

En los años 50 llamaron la atención de José Antonio Valverde y se dirigió a las agrestes montañas pertenecientes a Segura y Cazorla para comprobar que la población era aún saludable. Cosa que se truncó al llegar el infame Coto Nacional sembrando estricnina y tiroteando hasta que el último ejemplar murió en soledad en los 80.



Ardilla (Sciurus vulgaris)


Hoy día la historia es muy diferente. Aún se ciernen peligros como cuando algún quebrantahuesos muerte abatido o, más frecuentemente, envenenado, pero el caso es que el proyecto de reintroducción en los parques naturales Sierra de Castril y Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas da sus frutos y contamos actualmente con una cuantiosa cantidad de ejemplares adultos que cualquier año nos da la sorpresa de que empiecen a nacer numerosos pollos salvajes.

Aquí está la hembra Estela, nacida en 2013 y actualmente incubando en su tercer intento de reproducción. En uno de sus vuelos cercanos, durante una gélida salida de diciembre, nos alegró la tarde llegando con la carga de unos despojos encontrados durante sus largas patrullas.
Por muchas veces que los vea, nunca deja de maravillarme ese vuelo espectacular y de sorprendente fluidez en un ave de tan enorme tamaño.



Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)


Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)


Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)


La sierra puede ser poco generosa en invierno, ese frío paréntesis en el que todo parece quedar en suspensión y letargo. Nada que ver con la ebullición de la primavera, que tarda en llegar a esas serranías pero explota de vida cuando lo hace.



El bicho que salió bajo la leña

Ciervos y muflones

Ciervas (Cervus elaphus)


De no ser por los cielos despejados habría nevado, pues el abundante hielo indicaba que las precipitaciones hubieran sido de nieve en caso de haber llegado.










Los buitres leonados no muestran la misma agilidad para el vuelo que el quebrantahuesos, pero igualmente son maestros planeadores y es un placer su contemplación cercana cuando acuden en nutridas bandadas.



Buitre sin cola

Escuadrón

Buitre leonado (Gyps fulvus)


Un buen fuego de leña puso rápido remedio al frío helador en las noches de las infinitas altiplanicies que brindaban hermosísimos cielos nocturnos cuajados de estrellas sin la menor contaminación lumínica. Para otra vez hay que entrenar la disciplina de la fotografía nocturna, apuntado queda.





Un surtido de diciembre

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En diciembre tocó nueva visita a José Carlos y Esperanza por tierras cordobesas, ya sin el frío atroz que pasamos a finales de noviembre y disfrutando de una estupenda salida por Sierra Morena que comenzó a lo grande con la disputa territorial entre dos parejas adultas de águilas reales.
Las poderosas rapaces estaban tan pendientes de sus trifulcas que nos llegaron a pasar muy cerca antes de alejarse mientras se lanzaban ataques en los que llegaban a trabarse de las garras. Un par de buitres negros pasaron volando, en cambio, a mucha altura mientras buscábamos un buen sitio para acomodarnos.



Águila real (Aquila chrysaetos)

Buitre negro (Aegypius monachus)

Águila real (Aquila chrysaetos)


Un viejo cortijo en ruinas fue un buen lugar para sentarnos a comer en la hierba al estilo picnic con la compañía de numerosos pajarillos como lúganos, mitos, herrerillos comunes, verdecillos, colirrojos tizones o un roquero solitario.
El sol del invierno calentaba lo suficiente para que unos pocos insectos se animaran a salir, pero aún hacía frío en general para ellos.




Lúgano (Spinus spinus)

Sympetrum striolatum

Lavandera blanca (Motacilla alba)

Episyrphus balteatus

Mito (Aegithalos caudatus)


Otro día escogimos como terreno de bicheo las orillas del Guadalquivir, con especies propias de esos hábitats acuáticos que llegan a ser de lo más llamativas con sus coloridos.



Avetorillo (Ixobrychus minutus) pretendiendo que no lo veo

Garceta común (Egretta garzetta)

Gallineta (Gallinula chloropus)


Martinete (Nycticorax nycticorax)

Martín pescador (Alcedo atthis)

Calamón (Porphyrio porphyrio)


El agua es vida, aunque no se la respeta para nada y es tristemente habitual que haya grandes cantidades de basura. La fauna silvestre hace su vida como puede alimentándose entre toda esa porquería que no debería estar allí.


Andarríos chico entre garrafas

Agachadiza común también con garrafas

Calamón junto a una nevera

La bomboma flotando fue de lo más grotesco


Calamones y vacas comiendo junto a garrafas y neumáticos


Parece que aquel día nos dio por la temática inmunda y acabamos la tarde en un vertedero, aunque el motivo era que yo quería ver los milanos reales que allí acuden.
Me sorprendió la abundante cantidad de sus primos los milanos negros, especie estival que cada vez se ve más durante el invierno en muchos sitios, así como nos encantó ver un halcón peregrino que seguramente acudía allí por el buffet libre de estorninos.



Milano negro (Milvus milvus)

Halcón peregrino (Falco peregrinus)

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

Sierra Nevada

Milano real (Milvus milvus)

Milano negro con basura enganchada


Estas dos fotos no formaron parte de las salidas en cuestión, pero también son de diciembre y en el Guadalquivir, cuando junto a una buena cuadrilla vi una pareja de búhos reales cantando y volando por los árboles de ribera al atardecer.




Búho real (Bubo bubo)


Por último, admito que estos dos desayunos fueron míos y los tomé seguidos. Esto del doble desayuno dulce/salado es una gran idea.






Empezando el año con el lince ibérico

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Durante las navidades tuve un parón campero tan considerable como inusual, pero se remedió fácilmente con la salida que hice el 6 de enero junto a José Márquez en busca de aves esteparias y grandes rapaces por Ciudad Real.
La verdad es que iba a ser, inicialmente, una salida de esteparias y acuáticas, pero ya iremos viendo qué sucedió.

La primera parada fue un éxito con unas dehesas bien llenas de grullas alimentándose a primera hora de la mañana.



Grulla (Grus grus)

Abubilla (Upupa epops)

Grullas (Grus grus)


Recurrimos a una ZEPA en la que siempre solemos ver las especies emblemáticas de estos espacios abiertos tan amenazados por las prácticas agrarias modernas que no resultan nada sostenibles.
Y es que cualquier día nos quedamos sin sisones, una especie que tenía que haber sido reconocida como en peligro de extinción mucho antes.

Precisamente vimos un gran grupo mixto de sisones y gangas ibéricas, cosa difícil de ver hoy día pese a que antes estas bandadas eran aún mayores. El sonido era algo digno de oír, con los chillidos de las gangas y el sonido siseante de las alas de los sisones que les da el nombre.
Las avutardas también fueron fieles a la cita, así como otras especies sin fotografiar como la ortega, el aguilucho pálido, el alcaraván, el buitre negro o el águila imperial.



Avutardas (Otis tarda)

Sisones (Tetrax tetrax)

Avutarda (Otis tarda)

Sisones (Tetrax tetrax) y gangas ibéricas (Pterocles alchata)



Fue curioso haber visto allí grandes rapaces por primera vez, a diferencia de visitas anteriores a esos campos de cultivo. Sobre todo porque el plan giró en esa dirección cuando pensamos que los humedales estarían penosamente secos y que sería mejor dirigirnos a una zona de sierra en la que las grandes águilas y los buitres son muy abundantes junto a otras especies de rapaces como los invernantes milanos reales y pajarillos como el lúgano o el gorrión molinero.




Águila real (Aquila chrysaetos)

Águila imperial (Aquila adalberti)

Azor (Accipiter gentilis)

Milano real (Milvus milvus)

Al milano no le gustó el azor

Águila imperial (Aquila adalberti)


La decisión fue de lo más acertado porque los mamíferos cobraron también un protagonismo espectacular al ver varios corzos y un lince. Este último cruzaba un carril tan cerca de nosotros que casi no podíamos creer la inmensa calidad de la observación.



Corzo (Capreolus capreolus)

Lince ibérico (Lynx pardinus)


Aquel encuentro se volvió todavía más increíble cuando un segundo ejemplar llegó, un macho más joven que retaba al gran adultazo que vimos en primer lugar. 



Macho adulto joven

Gran macho adulto






Después de un largo rato gruñéndose no fue necesario llegar a las manos, ambos se separaron y se tumbaron a descansar... pero sin quitarse ojo de encima por si acaso.







La tranquilidad de estos animales, que se quedaban cerca de nosotros permitiéndonos disfrutar de lo lindo, era tal que incluso adoptaron esos comportamientos propios de gatitos que tan graciosos resultan en félidos de mayor talla.






Ya era hora, por una vez en mi vida, de ver un lince de cerca que se dignara a dirigirme su intensa mirada, no como esa mayoría de ejemplares que suelen darte el culo y te miran cuando ya están lejos.
Nuestro archifamoso lince ibérico es todo un referente en cuanto a conservación de especies en peligro de extinción, no como las aves esteparias, hasta el punto de que el sisón puede llegar a extinguirse sin que la gente sepa ni que existe tal especie.






Escribanos pigmeos y rústicos en La Janda

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Este invierno está siendo muy notoria la presencia de un grupo mixto de escribanos pigmeos y rústicos en el río Celemín. Ambas especies, provenientes de lejanas latitudes boreales, deberían estar invernando en Asia en lugar de en los arrozales sureños de la gaditana comarca de La Janda.
Pero lo más curioso de todo es que han llegado en una bandada muy numerosa, sobre todo en el caso de los pigmeos porque capturaron a veinte de esos pájaros para anillarlos y aún siguen viéndose ejemplares sin anilla después de ello. También fue muy reseñable que entre ellos llegó un camachuelo carminoso, aunque de plumaje muy adefesio.

José Carlos Sires y yo no quisimos perdérnoslo y allí estábamos el pasado mes de enero en una mañana con bastante niebla que no impidió localizar los pajarillos en cuestión, pues sus reclamos los delataban siendo tantos ejemplares como eran. Incluso uno de los pigmeos entonó durante breves momentos su canto.
No eran, desde luego, los únicos pájaros invernantes y también pudimos oír lúganos, pechiazules y hasta un pinzón real, además de llamar la atención la gran cantidad de gorriones molineros.



Grullas en la niebla

Escribano pigmeo (Emberiza pusilla)


Escribano rústico (Emberiza rustica)


Buitrón (Cisticola juncidis)


El fresco ambiente húmedo no era propicio para ver invertebrados, pero al irse la niebla quedó una suave temperatura que hizo que distintos artrópodos se dejaran ver.




Minúsculo saltamontes

Adulto y larva de Epilachna argus

Procesionaria del suelo (Thaumetopoea herculeana)

Hippodamia variegata

La araña que se coló en mi coche


Conviene prestar atención a los cielos de La Janda porque sus campos son zona de dispersión juvenil de grandes águilas y de invernada de grullas, además de ser patrullados por los elanios y cruzados por las migradoras tempranas que llegan del cercano Estrecho de Gibraltar.



Águila perdicera (Aquila fasciata)

Grullas (Grus grus)

Milano negro (Milvus migrans)

Águila perdicera (Aquila fasciata)

Elanio (Elanus caeruleus)

Cigüeñas blancas (Ciconia ciconia)

Águila imperial (Aquila adalberti)


En los canales y arrozales se ven distintas especies de aves, con especial mención a los tres búhos campestres que llegaban a emitir reclamos y a pelear entre sí.


Elanio (Elanus caeruleus)

Garza real (Ardea cinerea)

Milano real (Milvus milvus)

Ácaro rojo

Búho campestre (Asio flammeus)




Al caer la noche cantaban los sapillos moteados en los campos encharcados con ese sonido parecido a canicas o botas de goma, siendo sumamente fácil ver varios machos distintos con las negras callosidades nupciales muy patentes en sus patas delanteras.
Estas callosidades les ayudan a aferrarse mejor a las hembras durante el amplexo, algo que sin duda esperaban con muchas ganas estos fogosos galanes.



El sapillo moteado que casi parecía un pintojo

Sapillo moteado (Pelodytes ibericus)

Macho cantando

Sapillo moteado (Pelodytes ibericus)


Conseguir el objetivo deseado en la primera salida te deja con más tiempo disponible para dedicarte a un pajareo más pausado la jornada siguiente, algo que parece transmitir la portada de este libro antiguo.






Más que escribanos

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Era evidente que los grandes protagonistas actuales en La Janda son los escribanos pigmeos y rústicos que han llegado en una gran bandada mixta que llegó para pasar el invierno junto al río Celemín, pero la zona tiene muchos más atractivos que iremos viendo ahora.

La siguiente mañana llegó con una niebla más densa que la de la jornada anterior, y más persistente porque tardó mucho más en levantarse. Mientras tanto me entretuve, además de oyendo los reclamos de los escribanos que por allí seguían cerca, mirando al suelo y fue entonces cuando por fin encontré los famosos hongos Cyathus olla.
Digo por fin porque llevaba mucho tiempo queriendo verlos tras conocerlos por las fotos que en redes sociales se suben de estos hongos que se asemejan al nido de un pájaro con sus huevos dentro.



Cyathus olla

Vista más cercana


José Carlos y yo nos resignamos a que sacaríamos poco provecho allí, de manera que a la hora del bocadillo tocaba ir pensando alternativas.



Grullas (Grus grus)

Liebre (Lepus granatensis)

Narcissus papyraceus

El dudoso mérito de pegar un tiro a este bicho que ni se inmuta


Propuse cambiar de sitio yendo a las cercanas Marismas de Barbate, en las que sus aves acuáticas enriquecerían mucho el repertorio total.

Además de gaviotas, limícolas, garzas o espátulas tuvimos unas observaciones magníficas de los ibis eremitas. Las poblaciones en Siria y Turquía de estas amenazadas aves no son viables, por lo que la existente en Marruecos es la única población autosuficiente del mundo. Hay dos proyectos de reintroducción hoy día en Austria y España, que hace poco se han hermanado al enseñar a migrar a los juveniles de Austria hacia Cádiz, donde en su invernada coinciden con los ejemplares ibéricos como el de la foto.

Otra observación destacada fue la de un águila pescadora que, al pasar volando muy cerca, nos mostró la anilla y podemos conocer detalles de su vida. Nacida en 2020 en Alemania, su historial revela que también fue vista en estas marismas en 2022, por lo que se ve que le cogió el gusto como lugar de invernada.



Ibis eremita (Geronticus eremita)

Avoceta (Recurvirostra avosetta)

Correlimos tridáctilo (Calidris alba)

Gaviotas de Audouin (Ichthyaetus audouinii)


Vuelvepiedras (Arenaria interpres)

Pagaza piquirroja (Hydroprogne caspia)

Espátula (Platalea leucorodia)

Águila pescadora (Pandion haliaetus)


A última hora pasamos nuevamente por La Janda por gusto de ver si volvían a salir los búhos campestres, cosa que hicieron mientras eran perseguidos por grajillas al igual que le sucedía a un pobre elanio.


Elanio (Elanus caeruleus) y Grajilla (Coloeus monedula)

Búho campestre (Asio flammeus)


Poco más se pudo hacer antes de que se levantara una de las infames ventoleras de levante de la zona, aunque entre unos trayectos y otros algo se pilla siempre, además de que tuvimos la oportunidad de coincidir con nuestra buena amiga Chúss durante sus trabajos con el susodicho ibis eremita.




Buitre leonado (Gyps fulvus)


Garza real (Ardea cinerea)




No hay que dejar las buenas costumbres, por lo que hoy las gordosidades vuelven por aquí en condiciones.





Frío y gris día por el Brazo del Este

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He comentado en publicaciones anteriores que este invierno el Brazo del Este está muy desangelado, sin las tablas de arroz queda únicamente el agua del antiguo meando que fue cortado al Guadalquivir, aunque aún merece la pena alguna visita porque se pueden seguir echando buenas sesiones de pajareo.

Nada más llegar la fría mañana del sábado 13 de enero vi que, como todos los años, hay águilas calzadas invernando en el paraje, siempre muy aquerenciadas a la hilera de grandes eucaliptos.



Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo)

Águila calzada (Hieraaetus pennatus)



Ya en la zona palustre de los meandros y zonas inundadas naturales eran muy numerosas las anátidas junto a flamencos, limícolas y ardeidas.



Cuchara (Spatula clypeata)

Flamenco (Phoenicopterus roseus)

Avefrías (Vanellus vanellus)

Buena comparativa entre flamenco y cigüeña blanca

Cerceta común (Anas crecca)

Flamenco con su coleguita el tarro blanco

Avoceta (Recurvirostra avosetta)

Garza real (Ardea cinerea)


Eché de menos ver grandes bandadas de moritos o las carismáticas cigüeñas negras, así como esos viejos tiempos en los que también podías ver escribanos palustres, pechiazules o águilas pescadoras en la misma salida. 
Pero no me puedo quejar de haber tenido bien cerca especies de las que siempre me gusta ver, además de la sorpresa de una agachadiza chica que salió pitando sin miramientos.



Asamblea de cigüeñas

Calamón (Porphyrio porphyrio)

Espátula (Platalea leucorodia)

Aguja colinegra (Limosa limosa

Flamenco (Phoenicopterus roseus)


Ya que en una entrada anterior volvieron las ilustres gordosidades, aquí no vamos a ser menos con estos ricos pasteles.






Completísima jornada por Andújar

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Ahora mismo tenemos una buenas y deseadas lluvias, pero en enero el panorama era muy distinto y el ambiente parecía propio de la primavera con cielos intensamente azules y temperaturas suaves.

Una buena salida por la Sierra de Andújar durante uno de esos días de falsa primavera en enero comenzó con las cigüeñas blancas en su nido mientras me dirigía a mi coche.



Cigüeñas blancas (Ciconia ciconia)


Hay veces que son llegar y besar el santo, y aquel día fue un ejemplo a lo grande cuando no tardé apenas en encontrarme con una nutria en el río Jándula. Ya alegra el día verla pasar nadando como en la primera foto, pero más aún si la amiga sale a la orilla (previa espera al intuir su trayectoria) a una distancia así de agradecida.




Nutria (Lutra lutra)


Ya con eso había tocado premio gordo en el Jándula, aunque había más que disfrutar y costaba irse de allí viendo al martín pescador mientras reclamaban las águilas imperiales muy a menudo.



Cormorán grande (Phalacrocorax carbo)

Martín pescador (Alcedo atthis)

Galápago leproso (Mauremys leprosa)

Martín pescador (Alcedo atthis)

Garza real (Ardea cinerea)


La floración invernal estaba en su punto y el amarillo de los narcisos destacaba muy especialmente.


Narcissus bulbocodium

Erodium primulaceum

Parageron sp.

Araña cangrejo esperando alguna víctima incauta

Narcissus fernandesii

Buen montón de narcisos


Al cambiar de sitio, no sin esfuerzo porque estaba la mar de a gusto allí, tuve la oportunidad de ver cabras monteses a corta distancia y una bandada de lúganos cerca de la presa del embalse.




Rabilargo (Cyanopica cooki)

Carbonero común (Parus major)

Cabras monteses (Capra pyrenaica)

Lúgano (Spinus spinus)

Roquero solitario (Monticola solitarius)

Cabra montés (Capra pyrenaica)

Buitres negros (Aegypius monachus)

Zorzal charlo (Turdus viscivorus)




El habitante más buscado de Sierra Morena es, sin duda alguna, el lince ibérico. Estoy haciendo trampas al poner una foto de otro día distinto, pero merece bien la pena añadirlo porque es mucho más habitual ver los rastros que al animal en sí.



Excrementos de lince

Lince ibérico (Lynx pardinus)


Dejando de lado el paréntesis con las trampas, vuelvo a la salida de aquel día concreto. Esperé a que anocheciera para completar la jornada con unos buenos anfibios viendo tritones y gallipatos en una inmunda alberca abandonada.




Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus)


Gallipato (Pleurodeles waltl)




No deja de encantarme cerrar algunas publicaciones con pintadas, como ésta que cuenta una verdad generalizada que todos sabemos.








Combos cordobeses

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A finales de enero me ofrecieron un jugoso plan de fin de semana trasteando por la Sierra Morena cordobesa que no pude rechazar. Empezamos el sábado con unas salidas en grupo (cuatro personas) bastante tranquilas que, no obstante, dieron buenos frutos observando picos menores y otras especies sin fotografiar como el calamón.


Picogordo (Coccothraustes coccothraustes)

Pico menor (Dryobates minor), macho

Gavilán (Accipiter nisus)

Pico menor (Dryobates minor), hembra

Gaviota sombría (Larus fuscus)


Aquel sábado lo cerramos a lo grande viendo un macho de búho real saliendo a cantar al atardecer mientras que su pareja (más que probablemente en el nido) le respondía.




Búho real (Bubo bubo)




El domingo lo pasé con el bestiajo de Jesús, que es quien me propuso la idea del fin de semana, yendo por los rincones más agrestes de la sierra.
La mañana empezó muy prometedora con numerosos buitres negros y leonados volando bajo y batiendo alas tras, seguramente, pasar la noche en medio de las dehesas.



Buitre negro (Aegypius monachus)

Buitre leonado (Gyps fulvus)


Jesús necesitaba ver lagartijas cenicientas, cosa que logramos en un lugar en el que eran abundantes junto a otras interesantes sabandijas como un inesperado sapo partero ibérico.



Lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus)

Escorpión (Buthus occitanus) enseñando su colección de escarabajos

Araña sin identificar

Sapo partero ibérico (Alytes cisternasii)


Los corzos fueron también estupendas adiciones al repertorio dominado por los numerosos conejos, presa importante del lince ibérico. Precisamente menciono al lince porque estábamos en sus dominios, aunque sólo conseguimos ver el brillo de los ojos de un ejemplar al caer la noche.



Conejo (Oryctolagus cuniculus)

Corzo (Capreolus capreolus), macho

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

Corzo (Capreolus capreolus), hembra de juiciosa mirada

Detallito ovino


Hablando de la noche, esperamos a propósito ese momento para intentar ver anfibios siendo fechas de celo de la ranita meridional y, tal vez, de alguna tempranera ranita de San Antonio.
Era, efectivamente, como pensamos y oímos una única ranita de San Antonio entre los dominantes sonidos de las meridionales, pero con lo que no contábamos fue con un galápago europeo que nos pareció probablemente el pelotazo de la jornada por su escasez en Andalucía.



Ranita meridional (Hyla meridionalis)

Galápago europeo (Emys orbicularis)



Este hallazgo del galápago europeo, de hecho, nos hizo plantearnos una nueva salida para comprobar si era un buen punto de distribución de la especie, pero eso ya saldrá publicado más adelante.
Mientras tanto, aquí dejo el engendro monstruoso que creamos para cenar al pedir los ingredientes a nuestro gusto.






Día de águilas imperiales y galápagos europeos

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La anterior entrada relataba que un buen día de finales de enero estuve junto a mi buen amigo Jesús haciendo el maravilloso hallazgo de un galápago europeo en la Sierra Morena de Córdoba. Pues bien, era inevitable volver otro día para ir directamente al lugar indicado y comprobar si aquello pudiera ser una población decente de un reptil que resulta escaso por Andalucía.

La mañana se presentó estupendamente con un par de águilas imperiales volando a baja altura por las dehesas de encinas, un inicio que prometía una jornada memorable.




Águila imperial (Aquila adalberti)

Cuervos (Corvus corax)

Águila imperial (Aquila adalberti)


Era necesario entrar en faena con los galápagos, muestreando seis ejemplares que indicaban que estábamos ante una población saludable. El tema herpetológico, de hecho, estuvo más que bien al encontrar también un sapillo pintojo en el mismo hábitat que las tortugas.



Lagartija verdosa (Podarcis virescens)

Galápago europeo (Emys orbicularis)

Lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus)

Sapillo pintojo (Discoglossus galganoi)


Tenemos que volver a las aves porque nos tuvieron de lo más entretenidos a la hora de comer. Fue toda una suerte que se dejaran ver de cerca a menudo, cosa que no es precisamente frecuente cuando se trata de rapaces, incluso atacándose entre sí para dar más espectáculo.



Urraca (Pica pica)

Golondrina común (Hirundo rustica)

Buitre negro (Aegypius monachus)

Águila imperial (Aquila adalberti)

Buitre negro (Aegypius monachus)

Al águila imperial no le gustó el buitre negro

No se gustaron nada entre ellos

Al cuervo no le gustó el águila imperial

Milano real (Milvus milvus)

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)


La tarde la pasamos por rincones de lo más recóndito de Sierra Morena, ampliando el repertorio con una variedad tan amplia como interesante. Por ejemplo nos pareció muy destacable ver por primera vez un murciélago orejudo antes de terminar la jornada encontrando otro par de sapillos pintojos en su embarrado ambiente.



Galápago leproso (Mauremys leprosa)

Murciélago de herradura (Rhinolophus hipposideros)

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

Murciélago orejudo (Plecotus austriacus)

Ciervos (Cervus elaphus)

Sapillo pintojo (Discoglossus galganoi)


Las buenas viandas son también parte importante de las salidas de campo, como esta tortilla de collejas que nos tomamos mientras iban apareciendo las aves rapaces de las fotografías anteriores.






Un nublado día por Andújar

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Estrené las salidas del pasado mes de febrero yendo a la Sierra de Andújar, me apetecía mucho una buena jornada de campo pese a que el día no luciera bien del todo por estar algo nublado.

La dinámica yendo por las orillas del Jándula fue similar a la de la anterior salida de enero, con la salvedad de que la nutria no quiso aparecer y sólo tuve constancia de su presencia mediante sus rastros. 
Las aves rapaces, por su parte, sí tuvieron a bien dejarse ver a distancias aceptables.



Narcissus coronatus

Martín pescador (Alcedo atthis)

Azor (Accipiter gentilis)

Abeja que posiblemente sea del género Andrena

Águilas imperiales (Aquila adalberti)

Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo)

Alfileres de pastor

Chochín (Troglodytes troglodytes)

Buitre negro (Aegypius monachus)

Excrementos de nutria


La floración primaveral comenzaba a arrancar y las primeras flores de jaras y cantuesos anunciaban que pronto la sierra se llenaría de ellas.



Jara blanca

Cantueso

Hierba doncella




Bajando a la presa del Jándula tuve nuevos encuentros con las cabras monteses y vi razonablemente bien a los ariscos picogordos, además del repertorio mostrado en fotos y muchas especies más.



Totovía (Lullula arborea)

Rabilargos (Cyanopica coooki)

Palomas torcaces (Columba palumbus)

Cabra montés (Capra pyrenica)

Buitre negro (Aegypius monachus)

Almendro

Picogordo (Coccotrhaustes coccothraustes)


La vuelta a casa fue por el carril que lleva hasta Baños de la Encina, un clásico que me encanta recorrer desde hace tantos años.



Ciervos (Cervus elaphus)


Escorpión (Buthus occitanus)


Hablando de clásicos, encontrarme una culebra lisa meridional por los carriles es casi una tradición mía que aquel día se cumplió, cosa que no esperaba al no estar el día apenas soleado.
Ya volvería más adelante en marzo, con un ambiente más primaveral aún.



Culebra lisa meridional (Coronella girondica)


Jornada malagueña de sierras y humedales

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Fui invitado por mi buen amigo y compañero de aventuras Javi Pérez para la celebración del Día de los Humedales que había montado para el domingo 2 de febrero, pero primero teníamos por delante el sábado para bichear a nuestro antojo... antes de ser requerido él por sus deberes de padre, claro.

Quisimos probar suerte en un sitio donde se suele ver una hembra de buitre moteado en una colonia de sus primos leonados, que además tenía el atractivo paisajístico de encontrarse cerca del desfiladero donde transcurre el famoso Caminito del Rey.
Al subir al cortado escogido nos encontramos con un fortísimo viendo que hacía demasiado desagradable estar allí, hasta un pobre acentor alpino fue arrastrado al intentar posarse en unas rocas, de manera que nos tuvimos que acabar marchando con resignación. De todos modos fue disfrutona la ruta viendo pasar a los buitres leonados, uno de ellos marcado allí mismo en El Chorro en 2021.





Narcissus cantabricus


Buitre leonado (Griffon vulture)


Buitre marcado

Peña rubia

Flora rupícola


Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus)

Teba

Caminito del Rey



La tarde resultó mucho más apacible al apartarnos del maldito viento en la laguna de Fuente de Piedra, donde aún quedaban grullas y se veían limícolas y anátidas con comodidad.



Grullas (Grus grus)

Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)

Aguja colinegra (Limosa limosa)

Cuchara (Spatula clypeata), hembra 

A punto de aterrizar

Choffffff

Mosquitero común (Phylloscopus collybita)

Cucharas (Spatula clypeata), machos
s
Correlimos común (Calidris alba)

Cerceta común (Anas crecca)


Justamente una anátida se llevó el protagonismo cuando vimos de cerca una pareja de la amenazada cerceta pardilla, que cuenta con un proyecto de reintroducción en la zona. Parece que la cosa marcha adelante al ver que esta pareja se afanó en asegurarse de que esta primavera tengamos pollitos de su especie nadando por el complejo lagunar.



Cercetas pardillas dando todo su amor

Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), macho


Por la noche tocó descansar de la mejor manera posible, disfrutando de una buena candelaria en un cortijo. Siento no haber hecho fotos de lo que cenamos junto al fuego, pero es que las ansias me pierden.





Actividades medioambientales en Malpasillo y Sierra del Moralejo

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Como decía en la anterior entrada, para el 2 de febrero teníamos montadas unas buenas actividades con motivo del Día de los Humedales en el Paraje Natural del Embalse de Malpasillo.
El meandro que allí forma el río Genil alberga un buen catálogo de aves acuáticas que incluye calamones, patos colorados, avetorillos o avocetas entre otras.




Somormujo lavanco (Podiceps cristatus)

Iris planifolia

Somormujo lavanco (Podiceps cristatus)


Allí mi buen amigo Javi Pérez tiene puesta su estación de anillamiento y aquel día pudo enseñar al público especies comunes como la curruca capirotada o el mosquitero común junto a otras más llamativas como el torcecuello o el pechiazul.




Pechiazul (Luscinia svecica)


Al terminar el anillamiento y un mural nos dimos una vuelta Javi y yo junto a Borja, que vino desde la Subbética Cordobesa para echar un buen domingo bichero.
Mirando bien las orillas del Genil con el telescopio terrestre vimos, entre otras cosas, un bisbita alpino para añadir al repertorio de especies vistas en el humedal.



Parageron sp.

Bombílido

Chinche

Abeja de la miel (Apis melifera)

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)

Mariquita de siete puntos (Coccinella septempunctata)

Gorgojos anticipándose a la primavera


El buen comer en las salidas de campo aporta mucha calidad, tal y como fue el caso al descubrir un bar que hace unos estupendos serranitos.





No acabó ahí la cosa. La experiencia ganó puntos echando un vistazo a la biodiversidad del cortijo del Moralejo con su olivar ecológico y parte del terreno dedicado al programa de Secanos Vivos de SEO.


Orchis collina

Araña negra de los alcornocales (Macrothele calpeiana)

Narcissus baeticus

Culebrilla ciega (Blanus cinereus)


Como muestra de las actuaciones con SEO, aquí tenemos los hoteles para insectos y una caja nido para cernícalos, puesto que los mejores controladores de plagas siempre han vivido con nosotros y su presencia es mucho más deseable que los infames pesticidas.






Para acabar, esta obra maestra de la taxidermia alumbrará vuestras peores pesadillas.







El enorme potencial de Despeñaperros

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Es el Parque Natural Despeñaperros un rincón pequeño de la Sierra Morena más agreste, donde la fauna y flora del monte mediterráneo se disfruta a lo grande.
Un buen sábado de febrero salí a ver la cascada de La Cimbarra sabiendo que estaría bien caudalosa tras las lluvias y con el macro preparado para las plantas e invertebrados que anunciaban que no quedaba mucho para la primavera.



Narcissus cantabricus

Cymbalophora pudica

Romulea bifrons

Sírfido

Narcissus coronatus

Manto bicolor (Lycaena phlaeas)

Gagea foliosa


Sus cielos surcados por buitres leonados incluían otras apariciones como la del gavilán o una pareja adulta de águilas imperiales con sus reclamos territoriales.



Gavilán (Accipiter nisus)


Águila imperial (Aquila adalberti)


Al acercarme a las orillas del río me llevé una muy grata sorpresa con los galápagos leprosos que allí se asoleaban, pues entre ellos distinguí al más escaso (al menos por estas tierras) galápago europeo.
La lástima es que no conseguí ver más ejemplares tras examinar bien un tramo fluvial.



Galápago europeo (Emys orbicularis)


Galápagos leprosos (Mauremys leprosa)


El motivo de la bajada al río era realmente ver unas pinturas rupestres, cosa que desde luego hice tras dejar las tortugas con sus baños de sol. Sierra Morena cuenta con muy buenas muestras de este arte prehistórico que aún se salvan del vandalismo.









La subida de regreso entre jaras la hice oyendo el reclamo de unos camachuelos que no conseguí ver, mientras que mirando al suelo eran muy abundantes los escarabajos tigre.



Olmera (Nymphalis polychloros)

Cicindela maroccana



Buitre leonado (Gyps fulvus)


Aprovecho para incluir un inciso de la noche anterior por tratarse también de Sierra Morena de Jaén, cuando salí junto a un amigo para ver anfibios con ejemplares muy encelados de sapo corredor y sapillo moteado.



Sapo corredor (Epidalea calamita)

Sapillo moteado (Pelodytes ibericus)

Amplexo de sapos corredores


Invertebrados, flora, pinturas rupestres, aves rapaces, reptiles, anfibios en celo... son muchos los atractivos a los que se une el patrimonio cultural como se ve en este atardecer con las ruinas del castillo de Navas de Tolosa.





Sierra Sur de Jaén

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Hay una gran sierra al mismo lado de Jaén capital, la Sierra Sur de Jaén, que es todo un escenario calizo de abruptos cortados y picos, un tesoro natural que no goza de la protección de la figura de parque natural por los intereses de los de siempre.

Es un privilegio andar por cumbres tan espectaculares mientras que, de camino, aún se ve la catedral renacentista de la ciudad.








Una soleada mañana de febrero escogí la cima de La Pandera (la mayor altura de esta sierra con 1.872 metros) para ver acentores alpinos, unos pajarillos invernantes que no pude ver durante los meses anteriores.



Acentor alpino (Prunella collaris)


Acentores alpinos (Prunella collaris)




También aproveché para echar un vistazo a las construcciones humanas con la base militar abandonada y el refugio de la cima.







A mediodía había varias mariposas haciendo vuelos territoriales, lo que se conoce como hill-topping en insectos, aunque tan sólo una macaón se dejó fotografiar.




Macaón (Papilio machaon)


Diminuta mariquita


Durante la bajada disfruté de una collalba negra con la que no contaba, que cantaba y se exhibía posándose en las rocas junto al carril.



Parte de Jaén con su castillo

Collalba negra (Oenanthe leucura)

Sierra Nevada

Buitre leonado (Gyps fulvus)



Zorzal charlo (Turdus viscivorus)




Antes de volver a casa hubo una paradita junto al paraje de Los Cañones, que cuenta la leyenda que se creó cuando cuando un cíclope abrió la brecha de un golpe.







La FIO de Monfragüe y mucho más

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Este año se ha celebrado la FIO (Feria Internacional de Turismo Ornitológico) del 23 al 25 de febrero en Monfragüe.

No me lo he querido perder al igual que el año pasado, con la diferencia de que en esta ocasión no he ido yo solo y me acompañaron mis leales y queridos Jesús y Lucía. El viaje a Extremadura lo planeé con paradas estratégicas de camino para ver grullas y aves esteparias, aunque la cosa no salió bien del todo y resultó que la mejor parada fue una improvisación junto a un asqueroso vertedero que estaba lleno de milanos y otra aves amantes de los pitracos. 



Abubilla (Upupa epops)

Grullas (Grus grus)

Milano real (Milvus milvus)

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

Milano negro (Milvus migrans)

Pack de gaviotas

Blanco y negro

Triguero (Emberiza calandra)

Águila imperial (Aquila adalberti)




La llegada a Monfragüe, ya a última hora de la tarde, no dio para mucho bicherío diurno, pero al caer la noche nos reunimos con Mari Carmen (que llegó junto a Rodolfo y Edurne) y pudimos hacer una búsqueda nocturna de anfibios que se saldó con más especies de las esperadas.
Contaba con ver tritones pigmeos y ranitas meridionales, pero me sorprendió ver un par de gallipatos y, sobre todo, tres grandes sapillos pintojos que redondearon la salida de sabandijas.



Magnífico ejemplar

Ciervo (Cervus elaphus)

Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus)

Ranita meridional (Hyla meridionalis)

Rana común (Pelophylax perezi)

Sapillo pintojo (Discoglossus galganoi)

Gallipato (Pleurodeles waltl)


Esta feria es punto de encuentro con numerosos amigos y compañeros de afición y pudimos, entre otras cosas, asistir a una charla de José Carlos Sires sobre los cantos de las aves y ver la exposición de Jero Milán con fotografías de naturaleza y su amado terruño.
Se suma mucha calidad disfrutando de los productos ibéricos que bien podrían comercializarse como ambientador para el hogar, por no hablar de la cosecha de libros y publicaciones gratis con la que Mari Carmen y yo arrasamos.









Un lugar tan mítico como el Parque Nacional de Monfragüe no puede pasarse por alto durante el evento, teníamos que disfrutar de sus miradores en los que cómodamente se llega a ver sin molestias la nidificación de los buitres leonados o de la arisca cigüeña negra.







Lo pasé en grande, de hecho, con las cigüeñas negras viendo sus vuelos de cortejo y de defensa del territorio junto al frecuente planeo de su fabulosa comunidad de aves rapaces con buitres negros y leonados, águilas imperiales, halcones peregrinos y los recién llegados alimoches tras su invernada africana.



Buitre negro (Aegypius monachus)

Buitre leonado (Gyps fulvus)

Buitre negro (Aegypius monachus)

Cigüeña negra (Ciconia nigra)

Halcón peregrino (Falco peregrinus), hembra

Alimoche (Neophron percnopterus)

Cigüeñas negras (Ciconia nigra)

Halcón peregrino (Falco peregrinus), macho

Buitre leonado (Gyps fulvus)

Cigüeñas negras (Ciconia nigra)

Buitre negro (Aegypius monachus)

Águila imperial (Aquila adalberti)

Buitre hecho un adefesio


Miramos mucho al cielo por lo tanto, por supuesto, pero no dejamos de mirar también al suelo con la floración de los narcisos y una nueva salida nocturna en la que vimos los cortejos de los tritones ibéricos. Quería subir un vídeo del cortejo y me está dando problemas, por lo que de momento dejo colgada en una fotografía en la que al menos se ve que el macho se coloca junto a la hembra mientras agita la cola.



Narcissus bulbocodium

Cortejo de tritones ibéricos

Huevo de tritón ibérico

Tritón ibérico (Lissotriton boscai)

Larva de salamandra

Tritón ibérico asomadillo

Narcissus coronatus



El fin de semana fue espectacular como se ha podido ver, con un bicherío increíble en una compañía más increíble aún. Ya sólo falta aportar una foto de las croquetas que nos fuimos zampando durante el viaje.






Un espléndido día por la Sierra de Andújar

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La Sierra de Andújar ha estado a finales del invierno con un ambiente bastante primaveral que, después de las lluvias de este mes, haya dejado un ambiente aún más lozano para mi próxima visita (que no sé cuándo será).

La floración de los cantuesos y jaras tomaban el relevo de los narcisos, que ya se veían menos, con los polinizadores de esas fechas del invierno tardío saliendo a disfrutar de las suaves temperaturas previas a la última borrasca.





Narcissus fernandesii

Bombílido

Cantueso

Manto bicolor (Lycaena phlaeas)

Lasiocampa trifolii

Jara blanca


El lince ibérico es el más destacado y famoso habitante de la sierra, que se deja ver cuando él quiere. Pero, no obstante, hay mucho más que linces y se pueden ver aves rapaces tan especiales como el águila imperial o el buitre negro, además de una población de cabras monteses que se dejan ver muy bien últimamente y murciélagos para conformar un resultón repertorio de mamíferos.
Aviso que la identificación de los murciélagos está basada en una consulta a un par de amigos, pues no tengo mucha idea sobre quirópteros y solamente tengo segura la última especie.



Águila imperial (Aquila adalberti)

Cabra montés (Capra pyrenaica)

Buitre negro (Aegypius monachus)

Murciélago ratonero grande(Myotis myotis)

Murciélago ratonero mediano (Myotis blythii)

Murciélago ribereño (Myotis daubentonii)

Murciélago de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros)


Los anfibios no se quedan atrás, pudiendo ver tritones y gallipatos en una inmunda alberca/piscina abandonada y llena de escombros.


Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus)

Gallipato (Pleurodeles waltl)


Alguien anda muy disgustado con la PAC y tuvo la necesidad de dejarlo reflejado en pleno parque natural, aunque por lo visto ya se han tomado medidas para que el mosqueo de esta persona no se convierta en ornamento indeseado de la sierra.




La espectacular floración tras las lluvias

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Sierra Morena es un secarral durante el verano y parte de los meses anteriores y posteriores al estío, hasta que las lluvias otoñales e invernales la reverdecen y, si éstas son abundantes, la floración en torno a la primavera puede llegar a ser muy explosiva.

Esto último es lo que está pasando este año, con una apoteosis de colores tan espectacular que no deja de asombrar. No pude perdérmelo y fui antes de terminar el mes de febrero al paraje de Las Ventillas en compañía de buenos amigos, viendo el primer repertorio de orquídeas mientras reclamaban cucos y picogordos.



Ophrys bombyliflora

Ophrys fusca

Aculepeira sp.

Maza tintorera


Eucera sp.

Jara pringosa

Orchis conica

Ophrys scolopax



Realmente las primeras fotos pertenecen a las cercanías del paraje, pero éstas de ahora sí que las hice en el sitio viendo también un gallipato en una gran charca mientras sonaban los reclamos de un águila imperial en la lejanía.




Orchis champagneuxii

Ophrys tenthredinifera

Orchis italica




Encontrar la endémica Apteromantis aptera es algo que aporta calidad en estas salidas botánicas en las que tanto se mira al suelo. De hecho, como curiosidad, la mayoría de observaciones que tengo de la especie ha sido buscando orquídeas.




Lirio

Apteromantis aptera

Cerinthe major




El último rato de la tarde lo pasamos buscando la Orchis collina para rematar el repertorio de orquídeas de floración temprana, con el añadido de una gran bandada de grullas sobrevolándonos con sus sonoros trompeteos en su migración de regreso al norte.



Grullas (Grus grus)

Orchis collina

Escorpión (Buthus occitanus)

Orchis conica


Pero aún queda el toque de calidad para cerrar la jornada con el pedazo de flan de queso que nos metimos como postre al cenar.










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